lunes, 26 de enero de 2015

RESCATAR AL ONCOLOGO

Neoplasia maligna, enfermedad maligna, malignidad, son apelativos que explican por  qué el cáncer es la enfermedad más temida de la historia de la humanidad.  El cáncer  tiene todas  la  connotaciones  negativas para justificar su fama : es frecuente, no respeta edad ni sexo, sus síntomas son severos e inocultables, asociándosele a la idea de dolor y muerte ; su pronóstico es “reservado”  , y termina dejando una catástrofe financiera familiar.  .  El impacto emocional de   su diagnóstico  es tan severo que el paciente casi siempre reacciona  con negación e incredulidad,  y estupor que explica que un alto porcentaje de estos pacientes no comprenda las explicaciones e indicaciones de su médico; preocupaciones, ansiedad y depresión seguirán en adelante como una sombra al enfermo de cáncer.

Para este ser humano ,vulnerable si los hay, el médico simboliza la esperanza y anhela que  él   tenga  las cualidades y actitudes que se correspondan con sus deseos  Para saber lo que  el paciente oncológico espera de “su doctor” reproducimos las respuestas de los pacientes  en  una encuesta que perseguía averiguar  las preferencias de los pacientes con cáncer en su relación  con el médico y con la  que se despertaba una actitud de esperanza en los pacientes  .Las preferencias destacables fueron:
   
ü Que sea realista acerca de mi probable futuro
ü Que me conozca como indivíduo
ü Que me dé oportunidad de hacer preguntas
ü Que se asegure de darme personalmente los resultados
ü Que verifique que he comprendido lo que me ha dicho
ü Que me diga el pronóstico de mi caso a mí antes que a nadie
ü Que asegure el soporte emocional a mí y a mi familia
ü Que me pregunte si desearía una segunda opinión
ü Que escriba lo que me ha dicho
ü Que le importen mis preocupaciones financieras


El  doctor  “David” que un día decidió usar sus armas contra el Goliat invencible, aún sabiendo que perdería muchas de las vidas a su cargo; que desafiando prejuicios buscaba la utopía de  algún día  curar lo incurable, porque como decían los maestros no hay enfermedades sino enfermos, por sobre todo siendo un profesional idóneo, adiestrado en la especialidad, actualizado en sus conocimientos y motivado para  brindar al paciente  trato digno y humano, respetuoso y tolerante, esa  especie “doctor de la Esperanza” está amenazada de extinción

  . La fragmentación de la Oncología como consecuencia de la superespecialización, y la aplicación de las prácticas empresariales   en la administración del cuidado de la salud,  han alterado profundamente  roles y responsabilidades, y hasta lealtades de los médicos ; el especialista, por la naturaleza misma de su perfeccionamiento y dextresa , focaliza su atención en el área de su competencia y considera accesorios aspectos que para el paciente pueden ser cruciales. La figura del doctor, moralmente obligado a ser el intermediario entre el paciente y su enfermedad, ha sido desdibujada por la violenta intrusión de la oncología gerenciada, sistema en el cual debe prestar atención a una cuota de pacientes que no son sus pacientes sino los pacientes/clientes  de la empresa, dedicarles tiempos regulados   y destinar buena parte de estos a llenar formularios  y pedir a      autorización para exámenes y procedimientos.

Hay,  pues, que rescatar  al oncólogo y devolverlo al espacio-tiempo que necesita para que conozca a su paciente como individuo y el paciente a él como profesional ;  para que pueda explicarle en forma clara y sencilla la naturaleza de su diagnóstico y los resultados de los exámenes practicados ,y le pueda ofrecer los tratamientos más actualizados disponibles,  además del soporte emocional para él y su familia. Podrá nuestro  milagrero sanador  San Martín de Porres introducir rubros “non-profit”, como la compasión, el humanismo, la solidaridad, en los “guidelines” de la “oncología gerenciada” ?

(1) Journal ofd Clinical Oncology, 3 :1278, 2005

domingo, 4 de enero de 2015

OBESIDAD & CANCER : Una impensable asociación

Aunque  la historia de amor del hombre con el   sabor dulce del azúcar y con la grasa y la proteína de animales se remonta a nuestros primeros ancestros, , hace menos de un siglo que la ingesta  de comida chatarra y la falta de ejercicio han creado la mayor endemo-epidemia de la historia de la humanidad: dos mil millones   de personas con obesidad mórbida o sobrepeso . según estudio publicado en “The Lancet” , con su respectiva catástrofe metabólica,  y 3 millones de muertes anuales directa o indirectamente relacionadas a la obesidad. Pero, sin embargo, y a pesar de…el porcentaje  de personas obesas se ha triplicado en USA., Alemania e Inglaterra y hasta en Italia tierra de la “dieta mediterránea” ,como consecuencia del desarrollo  de la industria alimentaria y su  multimillonaria publicidad ; en el Perú se ha reportado prevalencia de obesidad en 20 por ciento de mujeres y en 12 por ciento de varones.

La obesidad no es solamente una sobrecarga de grasa corporal bajo  la piel . La población de adipocitos de la grasa  , lejos de comportarse como un tejido  huésped,   discreto   y silencioso, ,actúa como una glándula  productora de hormonas y una factoría  a de citoquinas ( factores de crecimiento celular), interleukinas, (factor de  necrosis tumoral), De esta manera interviene  en múltiples procesos biológicos como la inflamación  crónica,  la activación de macrófagos y la hemostasia,  que explican su  importante rol  de promotor del desarrollo de ciertos tumores. Una  fuerte asociación ha sido encontrada entre  el sobrepeso y el riesgo y/o el pronóstico de cáncer de mama, colon, riñón,  endometrio y páncreas.


La obesidad es más frecuente (15 por ciento) en las mujeres  que en los hombres (10 por ciento), y es mayor  en la edad fértil, y  las mujeres obesas tienen el doble del  riesgo para desarrollar cáncer de la mama , la forma más letal de cáncer de la mujer, con un 20 por ciento de casos nuevos más que en el registro del 2008 .Doscientos trentaicinco  mil de esos casos se presentaron solo en USA. donde una de cada ocho mujeres es diagnosticada de cáncer mamario, y se invierten ocho  mil millones de dólares anuales en  equipos de mamografía, especialistas, drogas, clínicas  especializadas  y todo lo que se puede comprar  para paliar el miedo colectivo que causa saber que el riesgo  de tener cáncer mamario es tan alto como 12.5 por ciento.

En las economías emergentes de América Latina el problema, aunque siendo menor, es importante, “es epidémico”,  y aumenta aceleradamente con el cambio en el estilo de vida de sus mujeres. En el Perú, el cáncer de la mama, con la mitad de la tasa  de incidencia del cáncer mamario en US, ocupa el primer lugar en frecuencia junto al cáncer uterino de la mujer, pero no dispone ni podría disponer  ,por razones económicas, del millonario soporte mamográfico que se necesitaría para el diagnóstico del cáncer mamario temprano en los dos millones de mujeres en riesgo de enfermedad. Lo lamentable es que  tampoco se  dispone de una  rutina  sistemática de vigilancia  clínica  en los establecimientos de salud, como consecuencia de lo cual la mayoría de mujeres peruanas llega a  los servicios especializados  con cáncer mamario avanzado.

 I si ponemos un letrero en todas las balanzas corporales que diga : La Gordura aumenta tu Riesgo de Cáncer  Mamario “….???