Ocho
millones de muertes por cáncer y 14.1 millones de casos nuevos es
el penoso saldo que nos dejó la más
temida de las enfermedades el año 2012
según la IARC
(Agencia Internacional de Investigación de Cáncer). El número de muertes por
cáncer aumentó en ocho por ciento en relación con el año 2008; de acuerdo con
estas proyecciones estadísticas, uno de cada cinco varones y una de cada seis
mujeres desarrollará cáncer antes de los 75 años de edad, y uno de cada ocho
hombres y una en doce mujeres morirá por cáncer.
Tres de las 28 formas de
cáncer registradas (cáncer de pulmón, cáncer de seno y cáncer de colon) sumaron más de un tercio del total. Destaca
el agudo incremento del cáncer de la mama:
1,700.000 casos nuevos, 20 por
ciento más que en el registro del 2008; el
cáncer de la mama fue, además, la primera causa de muerte por cáncer en mujeres
con 522,000 muertes el año 2012. El
cáncer de pulmón, el cáncer del estómago y el cáncer del hígado fueron las
presentaciones con mayor mortalidad.
57
por ciento de los casos nuevos y 65 por ciento de las muertes por cáncer ocurrieron
en los países del tercer mundo. El cáncer de estómago, cáncer de cuello
uterino, cáncer del hígado y vías biliares, cáncer de mama y cáncer de pulmón y
cáncer de la próstata son las formas más frecuentes de cáncer en los países en vías de desarrollo. Los países
desarrollados han reducido ya las tasas de cáncer del estómago, cuello uterino y cáncer del hígado y vías
biliares, con medidas standard de prevención.
Cuarenta
mil casos y 30,000 muertes anuales por
cáncer son los estimados para el Perú. La impronta del sesgo socioeconómico es evidente: el cáncer del
estómago, cáncer de cuello uterino, cáncer de mama, cáncer de la próstata y cáncer del hígado y las vías biliares conforman 55 por ciento del total de casos de
cáncer en el Perú; el cáncer del estómago, del hígado y vías biliares, del
pulmón, de la próstata y del cuello uterino responden por el 51.5% de las
muertes por cáncer en el Perú.
El
mapa de la vulnerabilidad por cáncer tiñe
de rojo las regiones Loreto, Huánuco, Junín, Huancavelica, Ayacucho y La Libertad con los más
elevados porcentajes de frecuencia de cáncer
de cuello uterino, cáncer del estomago y cáncer del hígado y vías biliares. El
Departamento de Epidemiología del MINSA ha mostrado que estas tres
neoplasias hacen el 40 `por ciento de
los casos de cáncer en esas regiones, cifra que tiene una connotación de
abandono y negligencia en su prevención.
El caso del cáncer uterino es dramático:
el porcentaje promedio de esta neoplasia en estas regiones es de 18.81%,
con valores tan altos como 28.1 y 20.5% mientras que en los países desarrollados son menores del 1%; no es menos grave el caso
del cáncer del estómago: 15.9 por ciento del total de casos de cáncer, con
porcentajes tan altos como 29.1 en Huánuco y
19.3 en Huancavelica, si se les compara con el 1.37% del total de casos
de cáncer en U.S.A.
Caro pagan las mujeres pobres
del Perú la inoperancia de nuestro sistema de salud en cáncer. ¿Tendrán las
autoridades, la clase médica y los oncólogos del país, la sensibilidad,
vocación de servicio y coraje cívico necesarios para priorizar esfuerzos y
recursos y reparar esta penosa omisión?
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